martes, 1 de marzo de 2016

Críticas inmerecidas

Para gustos los colores. En todos los ámbitos, y en el cine no iba a ser menos. Hay películas de todo tipo, para todo tipo de gustos (como debe ser): de terror, de acción, comedias, románticas… Sin embargo, no todas son aptas para todo el público. Cosa que, a veces, es de agradecer.

El otro día fui a ver Deadpool, la última película de Marvel –por ahora- (o de Fox, como se prefiera decirlo). Hay quienes piensan que es otra película de súper héroes. Un Spiderman más al que los niños pueden ir a ver sin problema. PUES NO. Deadpool no es un súper héroe. No es un Spiderman más. 


Wade Winston Wilson, mejor conocido como Deadpool, es un personaje ficticio, mercenario y antihéroe. Totalmente inestable y desfigurado. Su historia empieza con una infancia traumática llena de episodios de violencia familiar y muertes. En su adolescencia, decide ganarse la vida como mercenario, entrenándose en diferentes usos de armas y ofreciendo sus servicios como sicario.

Pasado el tiempo, Wade fue diagnosticado de cáncer, lo cual le llevó a ofrecerse como voluntario del Proyecto Arma X, un programa paramilitar del gobierno canadiense que le prometía acabar con su enfermedad. Le sometieron a un tratamiento con células regenerativas del mutante Lobezno, para eliminar así el riesgo de muerte por esta lacra. Sin embargo, el factor curativo le produjo otros efectos, como la inestabilidad emocional y mental, así como su rostro totalmente desfigurado.

Wade fue asignado a una unidad donde, en un arrebato de locura, asesinó a uno de sus compañeros, lo cual le dejó fuera del proyecto y fue trasladado al Hospicio, una instalación donde el Doctor Killebrew asiste a los "experimentos fallidos". Allí, entre los pacientes existía una apuesta por ver quién sería el próximo en morir (lo que llamaban “dead pool”), pues eran sometidos a intensos métodos de tortura por Killebrev y su asistente, Francis. Éste, a modo de trampa, decidió sacrificar a uno de los compañeros que tenía buena relación con Wade, quien decide matarlo y acabar con su sufrimiento. Así, cayendo en la trampa, es juzgado por la regla del doctor, “cualquier paciente que asesina a otro debe pagar con la misma moneda”, y Francis le arranca el corazón. El factor curativo de sus células regeneró su corazón y se vengó. Así es como Wade decide adoptar su nombre definitivo, Deadpool, en memoria de las apuestas de los pacientes.


Se trata, nada más y nada menos, de un mercenario, sangriento y violento, con un humor negro bastante presente. Así es en los cómics. Así es como lo quieren ver los fans en la gran pantalla. Y así es como debe ser en la película. Al fin y al cabo, ¿el hacer películas sobre un personaje de cómic en concreto no significa que el filme tiene que ser lo más fiel posible al susodicho personaje? He ahí la gracia de que la película esté basada en un cómic.

Pero no os hago perder el tiempo a vosotros, lectores, haciéndoos creer que la película no es fiel a los cómics. Todo lo contrario. Es lo más fiel posible. No hay más que ver el tráiler para darse cuenta de ello. Solo con los casi tres minutos que dura el tráiler vemos por dónde irá la película: un imbécil que por cosas del destino se convierte en alguien hambriento de ira, violencia y sangre. En fin, una película no apta para menores. Como debe ser.


Hoy en día es difícil conseguir una fidelidad total. Una película tachada por la sociedad de “súper héroes” no puede ser tan violenta, evidentemente. Pero es que la gente no ve que NO ES UNA PELI DE SÚPER HÉROES. En serio, ¿tan difícil es darse cuenta de eso? Por dios, si hasta se ha prohibido en China. Desde que la película se estrenó ha habido polémica porque los padres han llevado a sus hijos al cine a verla, y en los primeros cinco minutos (igual menos) se dieron cuenta de que no era apta para menores. Cuando la vi en el cine, hasta un padre se salió de allí con sus hijos a mitad de la película. Ahí es cuando empezaron las críticas. Y cómo no, la culpa para la película. Pero quién tiene realmente la culpa, ¿una película que promete desde el primer momento que va a ser fiel al cómic (ergo, no apta para críos) o los padres que llevan a sus hijos a ver películas sin ver el tráiler ni informarse de que es para mayores de dieciocho? Una película porno por ejemplo no es apta para todo el mundo, pero nadie dice nada al respecto, los padres saben desde un principio que no llevaran a sus hijos al cine a ver ese tipo de pelis. Pues con Deadpool pasa igual. Si no es apta para menores, es por algo. No es justo ni para el director, ni para el actor que da vida a este grandioso personaje, ni para los productores ni para los fans, que les llueva una tormenta de críticas por hacer bien el trabajo.

Ryan Reynols, Tim Miller –director de la película- y los fans llevan luchando años y años para conseguir una película de Deadpool como tiene que ser (y no el supuesto “Deadpool” de X-Men Orígenes: Lobezno). Así lo aseguró Ryan Reynolds en el programa The Graham Norton Show: "Teníamos un guión hace unos seis años y después tuvimos un poco de material de prueba para la película que se quedó en una estantería de Fox durante cuatro años, pero hace como un año y medio, alguien lo filtró accidentalmente en Internet y fue una locura. La gente empezó a escribir e inundar a Fox, rogando para que se hiciera la película Deadpool. En las siguientes 24 horas, tuvimos luz verde". Respeta por completo la esencia del personaje, continúa: "es un tipo que se carga la 'cuarta pared' cuando le apetece y que dice siempre lo que quiere decir. Creo que es la adaptación más rigurosa que se ha hecho nunca de un cómic a la pantalla”. Y por fin se ha logrado. No se ha luchado tanto para que ahora se eche a perder porque algunos piensen que Deadpool es un Spiderman más. (Sí, increíble, hay gente que piensa eso. En el cine, había una niña en la fila de atrás que dijo “Es otro Spiderman, ¿no ves que va vestido igual?”) En fin… NO ES OTRO SPIDERMAN. ¿En serio no se ven las diferencias?

 

En resumen, a lo que quiero llegar es que la película es increíble. Da lo que promete. Y no es merecedora de las críticas que le van llegando de padres angustiados por el horror que han podido ver sus hijos. Es una peli no apta para menores; si los hijos han visto algo indebido, la culpa es de los padres y únicamente de los padres.


Posdata: si no sois menores, ver Deadpool.

No hay comentarios:

Publicar un comentario