Ya hablé en un momento de Deadpool, esa gran
peli sobre un gilipollas protagonizada por el perfecto idiota, un pibón de tía,
un villano cabrón, el enterao, una adolescente enfurruñada, uno creado por
ordenador, un cameo absurdo, producido por unos lerdos del copón, escrito por
los putos amos y dirigido por un paquete sobrevalorado. Y también hablé de cómo
ha ido evolucionando la tecnología multimedia, en el ámbito del contenido extra en los DVDs. Pues bien, esta vez hablaré de ambos.
Mucho llevo esperando a que Deadpool saliera
en DVD y, por fin, ya ha salido. No es una peli más en mi colección de Marvel,
es más, se ha convertido en mi favorita hasta el momento. Solo por ser de quien
es merece ser comprada. Además, al comprarla me he llevado una grata sorpresa:
¡¡Tiene contenido extra!!
Lo parezca o no, que hoy en día un DVD venga
con algo más que solo la propia peli ya es demasiado. Porque últimamente, tela…
El panorama es gastarte unos 20€ (más o menos) en una peli (que quieres, sí) y
no llevarte a casa nada más que el propio film. Eso, no mola.
Sin embargo, aquí llega Deadpool. Un
personaje amado por todos (y quien no lo ame todavía, ya está tardando) que nos
trae diversión y, sobre todo, ilusión. ¿Por qué? Por toooodo el contenido extra
que contiene. Absolutamente toda la campaña que ha hecho el grupo de marketing
para promocionar la película está ahí. Todo. Incluso vídeos no vistos antes. Además
de las tomas falsas y un avance de X-Men Apocalipsis. Es una labor
impresionante. Cosa que se agradece inmensamente. Así da gusto ser fan de algo.
Deadpool no solo marca la diferencia con el
resto de personajes –ya sean súper héroes o no-, sino también en tener en
cuenta a los fans. No hacer que paguen por la película y ya, sino regalarles
algo más, un pedacito de Deadpool que cada uno de sus seguidores pueda llevarse
a casa. Y lo ha conseguido.
Es una razón más por la que queremos a
Deadpool. Y él nos quiere a nosotros. A menos que seas Francis.
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