A finales de 2017 Disney anunció la 'compra' de Fox. Sin embargo, al rato surgió la competencia, Comcast, ofreciendo una suma mayor que la compañía del famoso ratón. Finalmente Fox pasa a estar en manos de Disney. El Gobierno americano ha dado el visto bueno a la compra que tanto se ha atrasado por la contraoferta de la competencia. La condición puesta por el Departamento de Justicia de Estados Unidos dictamina que la división de deportes y noticias de Fox no forman parte del trato.
Por 71.300 millones de dolares, Disney ahora controla los negocios de cine y contenidos de televisión, además de los canales de cable y negocio internacional de televisión de la compañía, como X-Men, Avatar, Los Simpsons, Modern Family, FX Netwoks y National Geographic, entre otros.
Se ha venido diciendo últimamente que Han Solo: Una historia de Star Wars es una "bazofia" y no tan buena como los Episodios, tal y como ha podido verse en las ventas en taquilla del film a nivel mundial; razón por la que Disney anunció que los siguientes spin-offs (Kenobi y Boba Fett) se suspenden de momento para dedicarse exclusivamente en lo que más éxito produce: el episodio IX.
La cuestión con este dictamen es que, a mi juicio, no es correcto. ¿El éxito se muestra exclusivamente por la venta de entradas? Sí y no. Blade Runner es una gran película de ciencia ficción que se ha convertido en obra de culto, a pesar de ser un fracaso en taquilla. Las cifras engañan. Que Han Solo no consiguiera vender tantas entradas como los Episodios no tiene, en mi opinión, nada que ver con si la película es buena o no. Ya desde antes de estrenarse mucha gente desistió de verla en el cine porque (y cito) "Han es otro y no Harrison Ford". Lo cual es evidente, el film muestra los orígenes del personaje, es imposible que el querido Harrisond Ford, a sus 75 años, interprete a un joven de 20.
Aun así, las entradas finalmente vendidas no le hacen justicia. Yo puedo decidir no ver una película en el cine, y luego ser ésta una peli buenísima. Cosa que acabó pasando con Han Solo. Desgraciadamente, no mucha gente en el mundo ha advertido esto en el cine; lo harán en otras plataformas más adelante. A pesar de que no hemos visto la verdadera esencia de Han Solo en Alden Ehrenreich, hemos disfrutado de una buena película de Star Wars, con una buena historia, con buenos personajes -Chewbacca y Lando Calrissian han sido los mejores, en mi opinión-, buenos guiños a las películas originales (el origen de su apellido, el inicio de su amistad con Chewbacca, su primer encuentro con Calrissian, la historia de cómo le ganó a éste el Halcón Milenario y cómo superó el récord del famoso corredor de Kessel, entre otros), etc. Hemos observado que Disney puede hacer una buena película de Star Wars. Ahora bien, ¿por qué no sigue el ejemplo con los Episodios?
Desde el regreso de una de las sagas espaciales más famosas, los fans de la franquicia se han dividido claramente. Por un lado están los fans que alaban a Star Wars como a una religión y que, con la sugerente idea de nuevas historias de su saga favorita, acudieron al cine expectantes ante el Episodio 7, seguido del Episodio 8, saliendo del lugar cada vez más decepcionados con la franquicia y alegando argumentos como: "Disney se ha cargado Star Wars", "Tiene gracias excesivas", "Le da una patada a la historia original", "¿Cómo puede Rey tener tanto poder de repente, sin entrenamiento previo, e incluso ganar en una pelea de espadas láser a Kylo, mientras Luke necesitó tres películas para enfrentarse a Darth Vader, además de recibir entrenamiento del mismísimo Yoda?", "No tiene sentido que a los rebeldes les salga todo bien: un solo Ala-X se 'carga' todos los cañones del destructor sin el menor esfuerzo y sin sufrir las consecuencias", "¿Leia haciendo de Mary Poppins en el espacio?", y un largo etcétera. Por otro lado están los fans que prefieren disfrutar de las películas sin importarles que difieran de la línea general de la saga. Si en el film hacen gracias, sean cuales sean, y tengan la edad que tengan, se ríen. Si los rebeldes realizan con éxito un ataque contra el Imperio con un número mísero de naves y sin sufrir prácticamente bajas, mientras que el Imperio, con todas las naves del universo a su disposición, acaban en la miseria siendo totalmente denigrados y avergonzados, a estos cinéfilos les da igual; incluso lo aplauden siendo algo totalmente ilógico. Sólo se sientan en su butaca, disfrutan durante dos horas y vuelven a sus casas.
Está claro cuál es la fórmula de Disney para cada película. Los Episodios tienen un toque más familiar, para todos los públicos, con demasiadas gracias; mientras que los spin-offs tienen más libertad, más seriedad, destinado a un público determinado. Y por ello no consiguen el mismo éxito en taquilla.
Recientemente Lucasfilm ha expresado que los spin-offs siguen en producción, son buenas noticias.
