lunes, 19 de octubre de 2015

Tradiciones

Hoy hablamos de las tradiciones. ¿Pero qué son las tradiciones? Pues hay varias formas de definir el término. Según la RAE, se trata de aquellas costumbres y manifestaciones que cada sociedad considera valiosas y las mantiene para que sean aprendidas por las nuevas generaciones, como parte indispensable del legado cultural.


Yo me quedo con la definición de Wikipedia: lo que consideramos digno de constituir una parte de nosotros. Me gusta el concepto “digno”, suena potente. A algunos (espero que no solo a mí) nos recordará a la mitología nórdica, cuando Odín -padre de todos-, ordenó forjar el Mjolnir, martillo del dios del trueno Thor, y donde está inscrito “Aquel que empuñe este martillo, si es digno de él, poseerá el poder de Thor”.     


Pero bueno, volviendo al mundo real, veamos algunos casos de tradiciones. Por ejemplo, comer un turrón en Navidad o vestir de negro en señal de luto son dos tradiciones extendidas en varios países. Una de las tradiciones más conocidas a nivel internacional es la Oktoberfest, principalmente por la importancia que tienen las bebidas alcohólicas durante la misma. Se trata de una feria que incluye juegos mecánicos y comida típica de Alemania, que recibe a personas de diversas culturas y edades de todo el globo. El punto fuerte de la celebración son las más de diez tiendas colosales de cerveza, que albergan a un promedio de 5000 personas, en las cuales es posible saborear las principales marcas del país. Es una fiesta cuyo comienzo data de 1810 y sigue vigente hoy en día. 

Las tradiciones, por lo tanto, forman parte de la identidad, nuestro yo personal. Y, si (por ejemplo) la primera Oktoberfest que se realizó (sin pensar que se acabaría celebrando año tras año y, mucho menos, a nivel internacional) fue iniciada por una boda, ¿por qué no vamos a ser capaces nosotros de crear tradiciones? Sí podemos, y en mi cuadrilla no íbamos a ser menos. Una de nuestras tradiciones empezó cuando tres de nosotros estaban jugando al Star Wars The Old Republic y, para pedirse el poder que cada personaje tiene y puede compartir con los del grupo, decían “¡Dame la poweeeer!”. Y ahora, cuando uno dice ‘Poweeer’, el resto lo repite. Otra, siguiendo la misma línea que la anterior, es que cuando uno de nosotros dice “un poquito”, el resto lo repite también. Por último, aunque con el tiempo seguro que habrá más, es que cuando jugamos a un determinado juego de cartas, donde pierde quien tenga la carta más baja, si dos tienen –y lo saben- la misma carta baja, es tradición que pierdan juntos en vez de cambiar su carta por otra posiblemente más alta. La verdad es que el artífice profeta de nuestras tradiciones ha sido el mismo, Julen (para una pequeña gran aportación que hace...), curioso.

Aquí termina la entrada, así que sin más y para terminar, "un poquito de poweeeeer". 

miércoles, 14 de octubre de 2015

Metáforas de la vida

Es miércoles, ha sido un día largo y duro en la universidad, el día en que más tarde salimos y cuando tocan las asignaturas más pesadas. Estamos agotados, con mucho frío, y lo único que queremos es volver a casa y reposar. En el autobús de vuelta a casa, a las ocho de la tarde, vamos Jon y yo casi dormidos y con la mente en blanco. A lo largo del viaje solo decimos tonterías, consecuencia del tortuoso día, nuestras mentes ya no funcionan muy bien por hoy. Jon está masticando chicle, haciendo el amago de sacarlo de la boca con la lengua, y me pide que use mi imaginación para que le cuente algo sobre el chicle. He aquí lo que se me ha ocurrido: 

La vida es como un chicle. Nunca sabes lo que te va a deparar. ¿Le gustará tu sabor a alguien? ¿Te escupirá nada más probarte? Nunca se sabe… Siendo positivos, puede gustar tu sabor. Vivirás feliz el resto de tu vida hasta que… ¡¡ZAS!! Tu sabor se ha apagado de repente. El chicle está al borde del precipicio, la lengua amenaza con sacarla de la boca. ¡Cruel destino le espera! Piensa en cualquier modo de salvarse. ¿Aferrarse a la lengua? ¿A algún diente? No, sería en vano… Todo sería inútil para evitar el desastroso final que le espera. El tiempo va pasando. A cada 1/125 segundos está más próximo a la muerte. Inevitablemente llega el momento: en un rápido acto la lengua, ávida de poder, expulsa el chicle con todas sus fuerzas esperando no volver a encontrarse con él. El chicle, falto de esperanza, es lanzado a demasiada velocidad para él y finalmente es empotrado con ferocidad contra el suelo. El chicle, ya sin un ápice de fe, se queda hundido en la calle, deseando que su final llegara lo antes posible. De repente, un cánido se le acerca, lo empieza a lamer y, con todo el entusiasmo del mundo, se lo lleva a la boca. El chicle, lleno de alegría, se deja llevar a una nueva vida llena de felicidad. FIN.



Moraleja: por muchos obstáculos que tengas en la vida, no te hundas, lo bueno se abrirá paso hacia ti.

lunes, 12 de octubre de 2015

Happy Birthday Hugh Jackman (2)

One day like today, 12th of October, a kid who was so special to their family was born, but in those days people didn’t know was that kid, over the years, will be in a special man all over the world. Yes, ladies and gentlemen, I’m talking about the amazing Hugh Jackman.




 


Starting studying Journalism at the University of Technology (Sydney) and then studying at the Western Australian Academy of Performing Arts of Edith Cowan University in Perth, this Australian artist started his acting career with a role in the television series of the ABC, Corelli. Throughout his career he has played different characters like Wolverine in X-Men, Leopold in Kate & Leopold, Drove in Australia, Robert Angier in The Prestige, Jean Valjean in Les Misérables… making him a versatile artist. Also he participated as a singer in the musical Beauty and the Beast in the role of Gaston. Thanks to his film career Hugh Jackman has achieved one of the highest recognitions for an actor, a star on the Walk of Fame.




He is now with the premiere of his latest film Pan (Journey to Neverland), which plays the pirate Blackbeard.


He’s a great actor as well as a caring person. For example, two years ago he met a farmer who had coffee plantations. Hugh promised to help him and now, fulfilling the promise, the actor has opened a charity coffee in New York (Laughing Man Coffee & Tea). Also he got with Make-A-Wish foundation fulfill the dream of a child with a severe lung disease: meet his idol, Hugh Jackman.


After so many years exciting us, making special every day, today, 12th of October, we will have to make your day special. So I want to wish you a HAPPY BIRTHDAY and you meet many more. 




Happy Birthday Hugh Jackman (1)

Tal día como hoy, 12 de octubre, hace ya 48 años que nació una incomparable estrella en el mundo del cine. Estoy hablando, damas y caballeros, del increíble Hugh Jackman.

             

           

Empezando por estudiar Periodismo en la Universidad de Tecnología de Sídney y después estudiando teatro en la Academia de Australia Occidental de Artes Escénicas en Perth (WAAPA), este artista australiano empezó su carrera como actor obteniendo un papel en la serie de televisión de la ABC Corelli. A lo largo de su carrera ha interpretado a distintos personajes como Lobezno en X-Men, Leopold en Kate & Leopold, Drover en Australia, Robert Angier en El truco final, Jean Valjean en Los Miserables, etc., convirtiéndose así en un artista polifacético. Además, participó como cantante en el musical La bella y la bestia en el papel de Gastón. Gracias a su carrera cinematográfica Hugh Jackman ha conseguido uno de los mayores reconocimientos para un actor, una estrella en el Paseo de la Fama.


Ahora tiene entre manos la última película de la saga Lobezno, Wolverine: Logan. 
Además de ser un grandísimo actor, es una persona solidaria. Por ejemplo, hace unos años conoció a un agricultor en Etiopía con plantaciones de café. Hugh le prometió ayudarle y colaborar con él para mejorar las condiciones de su gente. Cumpliendo con su promesa, el actor ha inaugurado un café solidario en Nueva York (Laughing Man Coffee & Tea) donde todos los beneficios irán a los más necesitados. Asimismo, consiguió con la fundación Make-A-Wish ('Pide un deseo') que un niño con una grave enfermedad pulmonar cumpliera su sueño: conocer a su ídolo, Hugh Jackman.


Tras tantos años alegrándonos e impactándonos por sus aventuras en pantalla, haciendo especial cada día en el que le veíamos, hoy, 12 de octubre, habrá que hacer especial su día. Así que, quiero desearte un FELIZ CUMPLEAÑOS Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS.

El milagro de los acuerdos

A lo largo de los años se han ido firmando una serie de acuerdos internacionales para que la vida entre los distintos gobiernos siga prosperando. En la mayoría de los casos, sino todos, se invierte mucho más tiempo del que la población espera para ajustar los términos del acuerdo y firmarlo. 


Todavía recuerdo al profesor de Relaciones Internacionales el año pasado diciendo lo difícil que es llegar a un acuerdo internacional y que cuando por fin pasara, había que alegrarse porque era un milagro que muchos gobiernos distintos llegaran a un acuerdo mutuo. Ains… Hoy estaría de acuerdo con él. En clase de Gestión de la Comunicación en las Organizaciones Internacionales había que elegir entre todos una Organización cada uno. Éramos 8 grupos y, de una lista de 8 Organizaciones Internacionales, había que elegir cada grupo una para poder analizarla a fondo. Fue imposible llegar a un acuerdo común. La clase se volvió una salvajada. Parecía un cruce entre los debates de Gran Hermano y la serie de televisión Rabia. Ya no éramos personas, sino animales salvajes. Lo fundamental de la comunicación ya no era la palabra, sino los gritos. Y alguna que otra amenaza también… En fin, para algo que tan solo se habría tardado unos cinco minutos en hacer, se tardó un total de hora y media. 94 minutos exactos con gritos a más no poder. ¿Cuál era el verdadero problema? Que entre las 8 Organizaciones Internacionales estaba incluida la OTAN y, tal y como el profesor había ido repitiendo a lo largo del curso, era bastante difícil trabajarla debido a que la mayoría de la información al respecto estaba en inglés. Y claro, con eso latente en la cabeza, se prefería algo más fácil, que no conllevara tanto esfuerzo. Sin embargo, nadie quería elegirla. 

Finalmente, los de mi grupo (los más valientes, al parecer) optamos por elegir la OTAN para que hubiera paz en la clase de una vez por todas. Más que nada, para que dejara de haber gritos. Lo normal es pensar que si se elimina la raíz de un problema, el propio problema desaparece, ¿no? Pues no. El resto se nos echó encima con cosas como “claro, os queréis hacer lo héroes”, “es un acto heroico, no vale”, “hagámoslo por sorteo”, etc. No, el problema no se había disipado… Hasta que hicimos ver que nosotros no nos hacíamos los héroes, simplemente queríamos paz en nuestro tiempo, que nuestras cabezas dejaran de sentirse amenazadas con explotar por tantos gritos. Hicimos ver que nos daba igual qué organización elegir, pero que si nadie quería la OTAN, pues ya nos la quedábamos nosotros. 

Y tras eso el fin de tanto debate acabó un par de minutos después. Una vez se quitó el desencadenante del problema (e insistido en que no era un acto heroico), poco a poco éste se fue disipando. Por fin. Y realmente jugábamos con un as en la manga: teniendo en cuenta que “la mayoría de la información está en inglés”, el profesor tendría en cuenta ese mayor esfuerzo para la nota y, además, por supuesto que hay información en castellano y que vamos a usarla. Cómo no va a haber… Pero claro, eso los demás no tienen por qué saberlo.  ;)